Hace un año y pico mi niño me regaló un radio-CD para el coche y ya a los pocos meses empezó a funcionar mal: se paraba y no volvía a funcionar hasta que no se desenchufaba de la corriente para volverlo a enchufar. Lo llevamos cuatro veces a reparar: la primera vez tardaron más de un mes, la segunda vez les sobró con quince días y la tercera vez que lo llevamos a reparar me quedé sin radio un mes entero. Bueno, la pregunta es ¿lo reparaban? porque la penúltima vez que se estropeó el fallo fue totalmente distinto: no se podía apagar! yo llegué a pensar que el radio estaba poseido por los marcianos porque aún con el coche apagado y la llave en mi mano seguía funcionando. Yo miraba las letritas azules de la caratula iluminadas y me pellizcaba pensando ¿estoy soñando?, pero no, no estaba soñando.Al día siguiente fuimos a hablar con el encargaducho de JUMP, un tipo de mediana estatura, joven, moreno y medio calvorota, con gafas y cara de pringadillo, y le dijimos que queríamos un radio nuevo pero ¡ya! él se disculpó diciendo que no podía ser, que se lo tenía que comentar a su jefe... bla bla bla... Y le pedí una hoja de reclamaciones, pero resulta que se le habían acabado, ¡fíjate! y fue entonces cuando sumé mis amenazas a los gritos que anteriormente habían salido sin querer por mi boca: "¡¿sabes que si yo ahora mismo llamo a la policia se te cae el pelo?! pero como en el fondo soy muy buena le di una última oportunidad y le dije que antes del lunes quería una solución y una hoja de reclamaciones que poder rellenar. Y así fue, el lunes rellené una hojita de esas y llevamos la radio para que nos la pudiera cambiar por otra (por lo visto no podia hacerlo en el acto porque su jefe... bla bla bla bla...). Pero lo mejor de ese día fue que prácticamente secuestré al encargado para que fuera hasta mi coche que estaba a`parcado en la calle de atrás para que pudiera compreobar con sus propios ojos que la radio no funcionaba. entonces me dijo: "si, no te preocupes, yo ya le he dicho a mi jefe que he visto como el radio no funcionaba", entonces fue cuando salté yo: "que pasa, que pensabais que era una mentirosa,¿no?, ¿me estais llamando mentirosa? bla bla bla..., (a veces hasta me doy miedo a mi misma, el pobre hombre no lo tuvo que pasar muy bien). Y volvimos a la semana siguiente para recojer mi "nueva radio". Mi sorpresa mayor fue cuando abrí la caja y me encontré una radio sin frontal extraible, es decir, de aquellas que hace como 10 años que no se venden en el mercado, y con un botón de volumen de aquellos que salen hacia afuera y parecen la rueda de un carro, vaya, igualita que la radio que tenía mi abuelo cuando mi madre era jovencita. Entonces me subieron unos calores horribles por todo el cuerpo y mi novio dijo: "¡dame el dinero del radio y nos vamos!" y el encargaducho lloriqueaba pero es que lo voy a tener que pagar de mi bolsillo... bla bla bla... ¡me da igual!, pensé, ¿se han creido que somos tontos o que?, ahora me rio, pero de verdad que no puedo describir lo indignada que me sentí en aquel momento. ¿Esas son maneras de tratar a un cliente?, ¿es necesario tener que desplazarte una decena de veces a la tienda donde has comprado un producto para que te hagan caso? ¿es necesario gritar y amenazar? Yo he trabajado mucho tiempo de cara al público y siempre que había algún problema mi encargado/a ha sabido encontrar una solución para que el cliente salga satisfecho por la puerta (si es que el cliente llevaba razón, y creo que yo ya demostré suficiente que tenía razón) así que un consejo: no vayais nunca a comprar nada a JUMP.
¡Ah! casi se me olvidaba, ¿sabeis que? una de las veces que llevé a reparar el radio encontré dentro de la caja un par de folios en los que habían impreso algunos mails que se habían enviado trabajadores de la empresa: del encargado de la tienda al jefe, otro al departamento de Clientes, etc y fue muy gracioso leer en uno de ellos: "no hay stock de ese modelo de radio, pero ¿como les ibas a cambiar la radio?". ¡Por favor!!!!! ¿como les ibas a cambiar la radio??????, ¡claro! la venta ya estaba hecha, ¿para que se iban a molestar ellos en solucionar un defecto del producto? ¡increíble! ¿no?
¡Anda!... ¡mira lo que he encontrado!.... ¡y mira esto otro!