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EL BLOG DE AIDA

Pocas horas de sueño, ligero dolor de cabeza y malestar y cansancio general, ya casi no recordaba que es una resaca después de pasar toda la noche fuera de casa. Cuando llegué a casa los pájaros todavía no cantaban, pero faltaba poco para su canto matutino. Fuimos a un bar llamado SOMNIS que realmente es un sueño, buena música, bonita decoración y lo más importante, buena compañía (eché en falta a mi niño y a algunas personas más que no pudieron venir). La noche fue propicia para bailar, hablar y pensar (si, si, en serio) y esta tarde, mientras oía la retransmisión del Madrid-Barça por la radio como solíamos hacer antes, me he sentido extraña, con la misma sensación en el cuerpo que hace un par de años, cuando todavía trabajábamos en la bolera.
Ahora me acuerdo de los “escaqueos” en el almacén escuchando la radio, cantando los goles a través del walky-talky (o como quiera que se escriba) y escuchando la radio a través de otra emisora del “walky”…. Bueno si empiezo con las anécdotas no paro….

1 comentario

Sandra -

Como me identifico con esa sensación... a veces me brotan recuerdos en la mente de aquellos años en la bolera que volvería a repetir si pudiera. Solía preguntarme ¿y qué haré, como y dónde estaré cuando deje este trabajo? Entonces no concebía los fines de semana sin currar allí. Fué un chollo, fué divertido, emotivo, entrañable mientras duró :) Hay cientos de anécdotas y de momentos que, como ya bien dices, una no pararía si empezara a contar.